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La optimización de tu cadena de valor digital no es solo una iniciativa tecnológica, sino un esfuerzo organizativo que engloba su misión, estrategia, cultura y modelos operativos. Basándonos en los resultados del Voice of Our Clients, así como en la experiencia de nuestros consultores en todo el mundo, te proponemos las siguientes recomendaciones para acelerar los resultados de tu transformación.

  1. Replantea tu cadena de valor desde la óptica de los grupos de interés
    La transformación comienza por la comprensión y la adecuación a los resultados necesarios para ofrecer valor a los clientes o ciudadanos. El mero hecho de reunir a los distintos departamentos —comerciales, operativos e informáticos— para debatir y definir tu misión principal y la experiencia que deseas ofrecer puede constituir una transformación en sí mismo. Una vez definida claramente la misión, cada departamento debe determinar cómo va a contribuir a la creación de resultados. ¿Qué insumos, tecnologías, capacidades y recursos se necesitan en cada etapa de la cadena de valor? ¿Cómo se realizan las transferencias entre los diferentes departamentos? ¿Cuáles son los procesos fundamentales para la organización y cuáles pueden llevarse a cabo por socios o a través de la automatización? Al eliminar las compartimentaciones y abrir nuevos canales de comunicación, surgirá una nueva cadena de valor. La colaboración, la innovación y la adaptación entre la empresa, las operaciones y la informática proporcionarán resultados transformadores.
  2. Desbloquea tus datos para disponer de una visión de 360°
    Colaborar a través de una cadena de valor digital intensifica la necesidad de tomar decisiones complejas de forma rápida y transparente. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones los directivos no tienen acceso a la información contextual adecuada. De hecho, las cadenas de valor tradicionales tienden a «encerrar» los datos en silos funcionales, perpetuando así decisiones que no tienen en cuenta el panorama general. Los líderes digitales gestionan los datos distribuidos de sus empresas como un activo estratégico, integrado con tecnologías como la Internet de las Cosas (IoT), la Analítica Avanzada, la Inteligencia Artificial, la ciencia de la decisión y la Automatización Inteligente. Un marco común de toma de decisiones debe vincular la información crítica, los imperativos empresariales y la creación de valor en toda la cadena de valor digital para permitir una toma de decisiones interconectada, por ejemplo, para:

    • Propuestas de valor: ¿Qué innovación presenta el mayor potencial de éxito para los clientes?
    • Relaciones con los clientes: ¿Qué será eficaz para reducir la pérdida de clientes?
    • Canales: ¿Cuál es la combinación ideal de canales para interactuar con nuestros clientes más fieles?
    • Actividades principales: ¿Cómo podemos responder a una situación de crisis, y cuáles de estas respuestas pueden producir un resultado positivo?
    • Partners clave: ¿Cuáles son los socios más adaptados a nuestra situación? ¿Cuáles pueden ayudarnos a desarrollarnos? ¿Es resiliente nuestra cadena de suministro?
    • Fuentes de ingresos: ¿Qué inversión proporcionará el máximo beneficio?
  3. Desarrolla un ecosistema digital
    Pocas organizaciones poseen y controlan todos los aspectos de su cadena de valor. En su lugar, desarrollan un ecosistema de partners tecnológicos que comparten valores comunes y proporcionan capacidades complementarias para alcanzar sus objetivos empresariales. En algunos casos, subcontratan partes enteras de su propia cadena de valor a estos socios, para obtener mayor flexibilidad y acceso a las competencias adecuadas en el momento oportuno. La creación de un ecosistema eficaz comienza con la identificación de las capacidades y procesos estratégicos que deben conservarse, y de aquellos que es mejor confiar a los partners. Apoyarse en una red de socios de confianza para reforzar sus competencias y capacidades internas proporciona flexibilidad y la posibilidad de prestar servicios rápidamente a los clientes.
  4. Replantea tu cadena de suministro de TI
    Existen estrategias claras para mejorar o abandonar los activos físicos de la cadena de suministro que no son rentables. La cadena de suministro de TI no debe ser una excepción. En cuanto al papel de la tecnología en la cadena de valor digital, las organizaciones deben desarrollar una estrategia clara sobre su manera de reducir la deuda técnica mediante la modernización y consolidación de las aplicaciones, el paso a la nube y los modelos XaaS, la capacitación de su personal mediante la automatización y la reducción del riesgo de los activos de TI que limiten el rendimiento general. La pandemia ha puesto de relieve la importancia de la tecnología dentro de la cadena de suministro para pasar a nuevas realidades con agilidad y fluidez, así como para reforzar la resiliencia en la entrega de productos y servicios. Según las entrevistas realizadas en el marco del programa CGI Voice of Our Clients de 2021, cuando se les pregunta cómo piensan a invertir en innovación en los próximos tres años, los directivos suelen citar la ciberseguridad, la informática ágil y la modernización de las TI como elementos clave de las cadenas de valor digitales modernas y resilientes.
  5. Protege tu cadena de valor digital
    La optimización de la cadena de valor digital para apoyar la consecución de los resultados fijados permite crear un ecosistema más conectado y abierto. Al mismo tiempo, genera necesariamente complejidad debido a los nuevos riesgos y amenazas cibernéticas, que aumentan en velocidad y frecuencia. Basta con observar los recientes ataques de ransomware, que han provocado enormes perturbaciones tanto a los clientes, como a la producción y la distribución. Es necesario un cambio fundamental en las operaciones de seguridad para hacer frente a estas realidades. La puesta en marcha de operaciones de seguridad modernas y proactivas se ha convertido en un imperativo empresarial para obtener información en tiempo real sobre las amenazas en un entorno cada vez más complejo. En materia de ciberseguridad, un elemento clave es la protección y gestión de los datos de clientes, ciudadanos, empleados y proveedores. Para obtener el máximo valor de tus datos a medida que crecen exponencialmente y aumentan las normativas y sanciones, es necesario identificar, clasificar y mantener el control de estos datos en toda la organización y con los partners del ecosistema.

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