Este contenido fue escrito por Lola Benito, Vice-President Consulting Services en la vertical Manufacturing, Retail and Consumer Services, Italy and Mexico

Cuando decidí estudiar Ingeniaría Informática pensé que había hecho la elección correcta, aunque fueron mis padres los que me hicieron elegir este camino, ya que mi primera opción era Bellas Artes, demasiado intangible para la época.

Antes de acabar la carrera, empecé con un contrato en prácticas en un banco donde trabajaba con el sistema de programación Lotus Symphony. A continuación, desarrollé mi primera aplicación de inventario en Cobol, con mucho orgullo, en una compañía de gestión de aguas en ayuntamientos. Seis meses después me surgió la oportunidad en Oracle para realizar durante una semana unos cursos de Base de Datos y programación en Forms con opción a ser seleccionado por la empresa si salía bien. Y salió bien… ¡una señal del destino! Me contrataron y así fue cómo comenzó lo que marcaría mi carrera profesional.

Tras 4 años trabajando en Consultoría, decidí volver a la banca, Caja Madrid «de entonces»; eso sí, sin alejarme mucho de Oracle, quería saber qué se sentía “del otro lado”, siendo EL CLIENTE. Pero como “la cabra siempre tira al monte”, volví a Oracle y esta vez en Product Support.

En los casi 20 años que duró esta segunda etapa y gracias a que Oracle tiene una organización dinámica y siempre en movimiento, pude aprovechar y aprender de diferentes roles: ingeniero de soporte, coordinador, manager local… llegando a liderar equipos multiculturales en una organización globalizada. Todo conseguido a base de esfuerzo y constancia: con cada nueva versión un manual a estudiar, un examen a pasar, muchos casos a resolver, muchas horas de investigación… Y es que lo maravilloso que tiene esta profesión, la tecnología, es que estás en continuo aprendizaje.

Habiendo pasado por consultoría, soporte y, hasta hacer mis pinitos en formación, quise probar la parte que me quedaba, la comercial, comenzando como gerente de cuentas, directora comercial y ahora, el gran reto de ser VPCS en una gran compañía como CGI. Puedo decir que después de más de 30 años de profesión, he descubierto que la faceta comercial me apasiona: la interacción con el cliente, aprender de sus necesidades, la negociación…

La situación actual de la mujer en el sector tecnológico

Mucho ha avanzado la tecnología desde que empecé con Lotus Symphony, pero lo que no cambia o avanza muy lentamente es la participación de la mujer en la industria tecnológica. Definitivamente, esta participación es escasa y lo es todavía más en puestos directivos. Un estudio del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI) en colaboración con el Instituto de la Mujer arroja que solo el 23% de las personas que trabajan en el sector de las TIC son mujeres, a esto le podemos sumar las cifras del Informe Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial (WEF) 2020 que solo un 18 % de las firmas en el mundo tienen a una mujer en la alta dirección. Sin embargo, las mujeres representan el 60% de los licenciados en España y el 45% del mercado laboral español es femenino y en un porcentaje similar el denominado de alta cualificación, ocupado por licenciados e ingenieros. Pero luego nos cuesta ir a más, en las direcciones financieras, comerciales y de negocio los porcentajes bajan hasta el 15%, y en alta dirección no llegan al 10%. Mi pregunta es ¿por qué pasa esto? ¿techo de cristal? ¿roles de la sociedad preconcebidos?

Como madre de 3 criaturas, considero que la maternidad es una de las grandes limitantes. En un momento determinado de mi carrera, renuncié a un puesto de liderazgo por cuidar a mi bebé recién nacido. Nadie me lo pidió, lo decidí libremente, porque sabía que acceder a ese puesto, significaba trabajar hasta las 9 de la noche como mínimo (porque es lo que se espera) y yo no quería dejar a mi bebé con una niñera todo el día. Esto un hombre ni se lo planteaba.  Afortunadamente esto ha avanzado muchísimo y se han dado pasos de gigante en pocos años posibilitando una paternidad/maternidad compartida, pero creo que todavía a la mujer nos cuesta mucho ceder esa parte… ya sabes se dice “una madre es una madre, un padre no es lo mismo”. Otro punto que condiciona la mujer es nuestra propia autoexigencia. Creemos que debemos ser siempre las mejores en todo: en el trabajo, como madres, parejas, etc. Esto, imposible de conseguir, nos limita porque finalmente acabamos cediendo en detrimento de la carrera profesional. Pero… (menos mal que hay un pero) veo con esperanza que esto ya está cambiando en las siguientes generaciones, lo veo en mis propias hijas, lo que piensan y como ven las cosas. Ya existe un cambio “educacional” que se siente en las próximas generaciones.

Por eso ahora es tan importante, para continuar con el impulso de ese cambio que se está produciendo, que las organizaciones favorezcan la retención del talento femenino e impulsen a la mujer hacia puestos de dirección. Según la revista Forbes tras varios estudios realizados, las mujeres en puestos de liderazgo sólo conllevan beneficios para la empresa: somos más decididas y rápidas en la resolución de problemas, generamos más confianza y somos mejores mentores para nuestros colaboradores, cooperamos más con el resto de departamentos… ¡Somos todo ventajas!

Hay mucho avanzado, cierto es, pero mucho por hacer todavía ¡A seguir trabajando entre todos!